¿Quién es el culpable?
Hoy he
tomado un minuto para reflexionar acerca de un tema que por estos días suele
ponerse muy de moda y es el tema de la pérdida de materias de nuestros hijos en
el colegio.
Nos llega la
noticia y que disgusto tan enorme, lo primero que pensamos es cuál será el
castigo que impondremos al niño, se nos pasan mil ideas por la mente y de todas
la más cruel es aquella que escogemos, luego hablamos al respecto con el niño,
que digo hablamos, le gritamos media hora, lo atacamos con toda clase de
regaños y por último si es que se nos ocurre lo decimos ¿Qué pasó?
No sería
mejor comenzar por el final preguntarle que paso escucharle su versión de los
hecho, tomarnos el trabajo de ir hasta el colegio h hablar con los profesores y
escuchar también la versión de ellos para luego con esa información comenzar a
buscar la raíz del problema.
No será tal vez
que nosotros como padres muchas veces tenemos culpa en que nuestros hijos
pierdan materias en el colegio, acaso nos sentamos con ellos a revisar los
cuadernos y a realizar en familia las tareas y compromisos que les dejan, ¿cuantas
veces nos sentamos a estudiar para el examen con ellos? No será más bien que en
nuestros hijos se está viendo el reflejo de lo que somos como padres, pues no esperes
mucho de ellos si no dedicas el tiempo que requiere ser padre. Muchas veces preferimos
ir al club o al juego de fútbol, quizás
a la peluquería o al gimnasio a cuidar nuestra
figura y estamos tan ocupados de nosotros mismos que nos olvidamos que hay
personas que necesitan sentir nuestro apoyo en las cosas que para su edad se hacen
difíciles y suele sucedernos mucho que nos olvidamos de acompañar en este proceso
a los que ya van siendo adolescentes sin ponernos a pensar por un momento que de
por si esta etapa de la vida es difícil y
por si fuera poco es en esta etapa donde a ellos les tocan los años más
duros del colegio.
En vez de
apresurarnos tanto a imponer castigos, apresurémonos mejor a estar más tiempo
con ellos y pongamos las sanciones y castigos con amor y sin olvidar que es a nuestros
tesoros más amados a los que vamos a corregir, o acaso no es por ellos que te levantas
todos los días para ir al trabajo, no es para ellos que te esfuerzas día a día,
entonces esfuérzate también por compartir
el tiempo del estudio con ellos y veras como mejorara su rendimiento, pues así como a ti te agrada que te ayuden y te apoyen,
así también a tus hijos los hace muy felices que te apersones de ellos y les apoyes
en lo que realizan no lo olvides nunca.
Habla más grita menos
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